lunes, 23 de junio de 2014

Persianas

Abro la ventana y el sofoco de la habitación va desapareciendo poco a poco. Cierro los ojos e inhalo el aire frío de la calle de una noche de verano. Cómo me gustaría poder subir la persiana y ver el cielo. Ojalá se vieran las estrellas... Quiero ver la infinitud de aquello que está por encima de mí y que es tan libre como cuando yo duermo. Me gustaría tanto abrir esa persiana... ¿Por qué no lo hago? Me quedo quieta, expectante, pero al final me rindo y sigo tumbada en esta cama sin hacer nada... Siempre ojalá y ojalá. ¿Por qué no puedo simplemente dejar de imaginar, de soñar, y empezar a hacer? ¿Me faltan ganas? ¿Me falta vida? ¿O es un miedo aterrador a equivocarme? ¿Es el mismo que me impide decir las palabras que guardo tan adentro? ¿Es el miedo al fracaso lo que me impide expresarme y afrontar todo lo que quisiera y más? Quizás cambiaría todo con un poco de voluntad... Quizás la vida sea eso, abrir persianas. Requiere un esfuerzo, pero la vista es preciosa e increíble. Y lo compensa. No sé... quizás si me lanzara... si abriera todas las persianas de mi vida... cambiaría algo. ¿De verdad cambiaría?

4 comentarios:

  1. No sé si cambiaría algo, lo que está claro es que algo ya ha cambiado en ti :-) y de una forma u otra ya has gritado aquí lo que sientes.

    Un abrazo.

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  2. Me gustaría saber que ha cambiado en mí. ¡No lo consigo ver!
    Gritar por aquí siempre va bien... aunque no sirva de mucho. Simplemente escribo lo que pienso... Y debería decirlo en voz alta a la persona adecuada.
    Pero cuesta tanto...
    Quizás (y seguramente) a nadie de aquí le importe lo que escribo y lo que siento, pero saber que no estas sola y que hay alguien leyéndote y intentando comprenderte es siempre una satisfacción.
    ¡Gracias!

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    1. El único impedimento para abrir las persianas eres tu misma. El miedo a veces puede cerrarnos los ojos, e impedirnos avanzar, pero, si no arriesgas por saber que es lo que hay detrás de la apariencia, nunca adivinarás la verdad. Es cierto que tras aquella persiana pueden esconderse la pérdida, o la tristeza, puedo incluso que no encuentres lo que de verdad esperas, pero piensa que puede ser todo lo contrario, puede que te ame, que des con lo que realmente buscas y ser feliz. La única manera de conocer el paisaje y ver las estrellas y ser valientes, y luchar en estos tiempos en los que el amor se desestima.

      Hace dos años y medio tuve que elegir si abrir o no mi persiana, tenía miedo, pero lo hice, y gane mucho. Hoy en día, no me arrepiento, y permanecemos juntos. Y también sentía que podía confiar sin explicar porque en él, sentía lo que tu sientes, y desde luego, te mando mis ánimos, para que abras tu persiana. :)

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    2. ¡¡Muchísimas gracias!! La verdad es que he cerrado una para siempre... Hay cosas que es mejor perder, y eso lo he entendido con el tiempo. Pero he abierto una, y sé que no me arrepiento. ¡A veces dejar de ser cobarde es la única opción!
      Un beso muy fuerte y espero que sigas ganando con esa persiana que abriste hace mucho tiempo.

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