domingo, 22 de septiembre de 2013

Naufragios

¿De qué sirve salvar a alguien de un naufragio
para abandonarle después?

Alguien recién salvado aún tiene que sanar las heridas.

Se vuelven a abrir.
Duelen.

El frío de este invierno me ha congelado.
La primavera no me ha regalado ninguna flor.
Regresa el verano cuando mi corazón está agrietado.
A punto de romperse en pedacitos de hielo.

¿No veis las nubes negras encima de mí?
¿No veis que estoy al borde de ahogarme de vacío?

La mar vuelve a estar en calma.
Pero mi corazón es el inquieto.

Lo siento por sentirlo tan profundo
-tanto como una fosa oceánica-.